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miércoles, 23 de febrero de 2011

lamentaciones

Lam 1:1-2 ([Compuestas por el orden alfabético Hebreo]) [Alef]: ¡Cómo está sentada sola la Ciudad [antes] populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, La señora de provincias es hecha tributaria. (2) [Bet]: Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas [están] en sus mejillas; no tiene quien la consuele de todos sus amadores; todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos.

Lam 1:18-22 [Tsade]: El SEÑOR es justo; que [yo] contra su boca me rebelé. Oíd ahora, todos los pueblos, y ved mi dolor; mis vírgenes y mis jóvenes fueron en cautiverio. (19) [Cof]: Di voces a mis amadores, mas ellos me han engañado. Mis sacerdotes y mis ancianos en la ciudad perecieron buscando comida para sí con que entretener su vida. (20) [Resh]: Mira, oh SEÑOR, que estoy atribulada; mis entrañas rugen, mi corazón está trastornado en medio de mí; porque me rebelé desaforadamente; de fuera [me] desahijó el cuchillo, de dentro aparece la muerte. (21) [Sin]: Oyeron que gemía, y no hay consolador para mí. Todos mis enemigos [han] oído mi mal, se alegraron porque tú lo hiciste. Trajiste el día que señalaste, mas serán como yo. (22) [Tau]: Entre delante de ti toda su maldad, y haz con ellos como hiciste conmigo por todas mis rebeliones. Porque muchos [son] mis suspiros, y mi corazón está dolorido.


Anoche mientras caminaba meditaba sobre muchas cosas que suceden a diario en la vida de los creyentes. Me preguntaba el porqué de tantas cosas que le acontecen a las personas que a veces pensamos no se lo merecen. Cómo una persona que vive licenciosamente aun dentro de la Iglesia y las cosas le parecen salir bien, así como hay personas que son justas, correctas, santas y le suceden toda suerte de desgracias, carencias materiales y económicas, en fin, toda la macacoa le cae encima como diría mi santa madre.
Mientras caminaba veía como me pasaba por el lado un automóvil europeo, un lamborghini que podría costar nuevo como $250,000.00 y pensaba en todas las personas que están a pie y que necesitan un carro. Pensé en todas las injusticias de este mundo, las cosas que a veces acontecen y que no tenemos manera de explicarlas o describirlas. ¿Cómo hacer sentido a lo que parece no tenerlo? ¿Cómo poder enfrentar la gente y tratar de explicarle su dolor y su tristeza y decirle que Dios está con ellos?
Las preguntas a la luz de nuestra experiencia con Dios surgen cuando estamos inconformes por lo que está sucediendo. Qué bueno cuando Dios nos incomoda, porque nos obliga a orar, pensar, buscar, estudiar para entender, conocer y crecer espiritual y emocionalmente. La conformidad con lo que está pasando a nuestro alrededor, que todo me resbale y nada me importe es un signo de enfermedad espiritual terrible. Que solo las dificultades me incomoden cuando tocan la puerta de mi casa nos debe asustar, porque eso quiere decir que nos hemos ACOMODADO a este siglo, a la forma de pensar del mundo al cual Dios nos exige que nos alejemos. Este mundo nos vende el ideal del individualismo todos los días, aislándome de otros/as soy presa del consumerismo, las ideologías que nos empujan los gobiernos (de todos los colores) y de la indiferencia.
Para qué preocuparme por lo que pasa en la UPR, si a la joven que agarraron por sus senos unos policías no es mi hija, por que preocuparme por qué van a construir un gasoducto, eso no va a pasar por el patio de mi casa. El peligro del gasoducto no es tanto que explote, sino que pasa por zonas ecológicamente delicadas y sensitivas que serán destruidas, además que nos encarecerá a la larga el costo de la energía, porque la compañía que va a hacer el proyecto no lo va a regalar, alguien lo va a pagar y no van a ser los políticos de su bolsillo. Además si nuestros gobernantes conocieran la isla, tanto el actual como el anterior, y se dieran una vuelta por Peñuelas, Guayanilla se darían cuenta que allí al lado del tanque de gas hay dos centrales de producción de energía que convertirlas a gas haría que se produjera más del 60% de energía con una inversión mínima comparada a la que quieren hacer. Pero la conformidad a este mundo me dice que si no me afecta no es mi problema. Todos los meses envían en la factura de luz, “si vía verde estuviese, se ahorraría 6-8 dólares”, pues quédense con los 8 pesos y no destruyan la naturaleza de mi país por favor.
Pero volvemos a preguntarnos por qué tantas cosas suceden para las cuales no tenemos explicación. Así se preguntaba el pueblo de Israel que produce el libro de lamentaciones, del cual hemos leído hoy. Este libro, uno de los menos predicado y usado en la Iglesia, nace en medio de la realidad de que Israel ha sido invadido por los babilonios, quienes destruyeron el Templo, llevaron a casi todo el pueblo al exilio, lo que resultó en un proceso doloroso para Israel.
Este libro contiene una serie de poesías o acrósticos con el alfabeto hebreo que tratan de explicar los sentimientos de dolor más profundos de los pueblos. Los poetas son muchas veces los mejores que pueden expresar el dolor de un pueblo, así como sus mayores aspiraciones, dado que tienen lo que se conoce como licencia poética, (la capacidad de usar imágenes para comunicar un mensaje, decirlo como le dé la gana). Nuestra literatura es rica en poemas que dan voz a dolor por ejemplo de los exilios: ej. Cuando Salí de Collores…, Boricua en la Luna, en mi viejo San Juan…
¿Cómo explicar que Dios fue vencido por los dioses babilonios? ¿Cómo entender que el “Pueblo de Dios” es derrotado? ¿Por qué Dios no evitó esta catástrofe? ¿Por qué me quedé sin empleo? ¿Por qué de la enfermedad?
El escritor de Lamentaciones se duele por la situación que vivió su pueblo y se pregunta dónde está Dios cuando las cosas comienzan a salir de la forma menos anticipada. Así como cada uno de nosotros nos hemos preguntado lo mismo, Dónde esta Dios cuando hay dolor en mi vida, ante el hambre mundial, ante las catástrofes que suceden día a día.
¿Sabes algo que descubrieron los poetas en el dolor?
1. Que nada de lo que pasa está ajeno al conocimiento de Dios. el Dios que nos conoce y que camina con sus hijos/as sabe exactamente por donde estamos caminando en la vida, cuánto dolor o preocupación tenemos, qué cosas nos están quitando el sueño, nunca nos ha abandonado. Pero nunca como sus hijos/as estaremos en posición de pedirle cuentas por que al final, él fue quien creó todas las cosas, aun nuestra vida. Dios nos está ajeno a nuestro dolor, Dios sabe lo que estamos pasando pero aun cuando parece que no está presente Dios está ahí. Para los poetas el hecho de que el pueblo fuera al exilio era porque detrás del exilio Dios tenía un plan para Israel y luego para la humanidad. por otro lado el dolor ayudó a los poetas a…
2. Descubrir las falsas sensaciones de seguridad que produce lo pasajero: ¿se acuerda del Lamborghini que le conté hace rato? Después que pasó por mi lado algo estuvo extraño, el sonido del motor de ese carro (que son obras de arte de la ingeniería) era igualito a un honda civic alterado para que corriera más rápido que pasó por mi lado varios segundos después. Ahí me acordé que hace algún tiempo aquí en la isla unos hojalateros vendían un kit que se le podía adaptar a un tipo de carro, los Pontiac Fiero para hacerlo ver como si fuera un Lambo. Eric Hoffer, un filosofo estadounidense decía que “nunca se puede conseguir bastante de lo que no es necesario para hacerte feliz”. El pueblo pensaba que como el Templo de Israel estaba allí, Dios estaba allí no empece a que vivieran de la forma que lo hacían. Dios se debe llevar en el estilo de vida porque está en el corazón, no porque lo tenemos como un crucifijo que cargamos todos los días. La experiencia cristiana nos llama a vivir todos los días buscando la verdadera felicidad, la salvación, que aunque vivo en este mundo, mi alegría es que pertenezco a un Reino que no es de este mundo, mi alegría es “buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia y las demás cosas me serán añadidas” porque Dios es fiel a sus promesas. También el pueblo descubrió que
3. No se puede estar conforme con lo que está mal en la vida: la conformidad y la comodidad hicieron al pueblo “bajar la guardia” en su relación con Dios. le hicieron estar alegres con tener y poseer una falsa felicidad pasajera, que veían lo que estaba torcido y no se preocupaban por enderezarlo, veían lo corrupto y no se preocupaban por denunciarlo. Hoy si nos vamos de este lugar y usted me dice “Pastor me hizo sentir incomodo/a su mensaje” yo estaré en extremo contento, porque eso nos dirá que Dios a usted y a mí nos ha hecho reflexionar en las cosas que hay que cambiar en nuestra vida. la alegría de la incomodidad, podría sonar como un contrasentido, pero es una realidad que Dios quiere que nos preocupemos por descubrir esas falsas alegrías y seguridades, antes que nos durmamos sobre ellas y tengamos que como el pueblo enfrentar las consecuencias.
Por tanto, la advertencia de Lamentaciones es a no impacientarnos por sentirnos incómodos, al contrario cuando estemos acomodados/as a este siglo estamos en un gran aprieto, hemos perdido la senda que Dios quiere que caminemos. Nos hemos acomodado a las injusticias de este mundo y no reaccionamos.
También quiero que sepas que aunque Dios no quiere hacerte sufrir, quiere sanarte de aquello que es pasajero para que puedas entender y disfrutar lo eterno. Lo que te sucede hoy no significa que Dios está ausente, no significa que Dios te ha abandonado, significa que DIOS TIENE UN PROPOSITO QUE VA A CUMPLIR EN TU VIDA.
Además, quiere decirte que los procesos dolorosos y difíciles son los más ricos en aprendizaje y crecimiento en la vida de un pueblo y del individuo. Decía un comentarista radial que ayer en Egipto había un millar de personas limpiando la ciudad, después de luchar contra la tiranía, la gente se unió a reconstruir su país.
Así te invito a unirte a Dios y comenzar ese proceso de limpieza y purificación en tu vida, a disfrutar ese proceso de limpieza emocional y espiritual que se da por los momentos difíciles.
El dolor de Israel nos produjo el AT, la persecución de la Iglesia nos produjo el NT, ¿Qué Dios quiere producir en tu vida? eso está por verse.

el dolor del crecimiento

2Pe 3:14-18 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. (15) Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, (16) casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. (17) Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. (18) Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.


Una persona con mi estatura es considerada una persona mediana alta en nuestra sociedad. Mido algunos 6 pies, quizás en algunos años posiblemente sea considerado entre los bajitos de la sociedad, solo Dios sabe eso. Si estuviese entre baloncelistas, pues sería un enano. Tengo una foto que me tomé en el aeropuerto de Orlando, Fl hace varios años que estoy junto a Peter John Ramos y Ricky Sánchez, centros del equipo nacional de Puerto Rico, quienes miden 7’3’’ y 6’ 11’’ respectivamente. Por demás está decir que me sentí como un niño pequeño al lado de semejantes torres de personas.
Pero al contemplar esta foto me trajo recuerdos de mi etapa de cambio de la niñez a la adolescencia. Al cumplir 13 años era un muchacho muy bajito, a penas medía 5 pies. Todos mis amigos en el séptimo grado eran más altos que yo, para conversar con ellos tenía que mirarlos hacia arriba para poder mirarles a la cara. Solo tenía un amigo más bajito que yo, se llamaba Antonio J, quien tenía un desorden hormonal que no le permitía crecer normalmente, usaba un tratamiento de hormonas para crecimiento.
Uno de mis amigos más cercanos, le decíamos Julitin, me preguntaba ¿Por qué tú eres tan bajito si tu hermano mayor es bien alto? Nesty desde los 12 años ya media 6’, ahora mide como 6’3’’. Para esa pregunta nunca tuve respuesta lógica. Se suponía que si mi hermano era tan alto, yo compartía los mismos genes, pues de alguna manera me asemejara a mi hermano. Pero la realidad es que él era altísimo y yo era un niño muy pequeño.
A eso de los 14 años recuerdo muy bien una experiencia que hoy comprendo pero cuando la pasee no comprendía. Un día estaba sentado viendo televisión en la sala de la casa de mis padres, mi mamá estaba sentada frente a la casa bajo un árbol tomando fresco y conversando con varias vecinas. Una de ellas era enfermera. De repente sentí un dolor muy intenso en el pecho. Sentía como si me estuvieran estirando o halando de ambos lados la caja del pecho, como si alguien me quisiera esgarrar los huesos. Comencé a llorar del dolor y cuando se me pasó, creo que duró unos minutos, salí corriendo a decirle a mami, quien pensó llevarme a la sala de emergencias. Su amiga, quien era enfermera le dijo, “Emma, eso no es nada, este nene algún día va a ser bien alto, eso son los dolores de sus huesos estirándose”, después me miró y me dijo: “eso te va a seguir pasando pero cuando hayas crecido bien alto te acordarás de mi y ya no te dolerá”. Al llegar a la edad de 15 años, ya media 5’10”, entonces yo era el que tenía que mirar hacia abajo para poder hablar con mis amigos mirándole a la cara. Pero hasta que alcancé esa altura, seguí sintiendo dolores especialmente en las noches en mis huesos, en las piernas y brazos especialmente. Sentía esa molestia pero continuaba mi vida normalmente, me pasaba arriba y abajo jugando baloncesto, beisbol, corriendo patines, bicicleta como si nada. Al pasar el tiempo y reflexionar, comencé a entender que mi cuerpo se estaba desarrollando, se estaba estirando especialmente en las noches, cuando me detenía a descansar para reponer tejidos y nuevas energías. Por demás está decir que como adolescente mientras crecía tenía un apetito voraz, me pasaba comiendo a todas horas.
Esta experiencia me hace pensar en mi desarrollo personal, espiritual y nuestro desarrollo como Iglesia. Primeramente, quiero afirmar que el crecimiento como individuos y como Iglesia del Señor es un proceso natural. Si Dios te diseñó para que crezcas a cierta estatura pues crecerás hasta ahí. ¿Cómo saberlo hasta donde creceremos? No podría precisarle, pero mirando nuestra familia, nuestros padres, abuelos, hermanos podemos tener una idea hasta donde podríamos llegar. Cuando Dios nos diseña genéticamente para que crezcamos hasta cierta estatura pero hay algo mal, alguna condición que afecta este crecimiento, podría detenerse el mismo.
Crecer duele. El acto de expandirnos, tanto físicamente como espiritual y emocionalmente puede resultar doloroso, porque para que algo crezca primero tiene que romperse aquello que no permite el crecimiento. Me explico: cuando usted realiza algún ejercicio, especialmente luego de mucho tiempo de no haber ejercitado su cuerpo, la reacción primaria de las fibras musculares es hincharse como respuesta al ejercicio. Al no poder continuar hinchándose, comienzan a surgir lo que conocemos como los micro desgarres. Los músculos para poder seguir creciendo se desgarra ligeramente, pero con la capacidad de esa misma noche comenzar el proceso de creación de nuevo tejido muscular. Ese proceso resulta doloroso los primeros días, pero luego que el cuerpo agarra el ritmo de ejercicios, va desapareciendo el dolor. Pero si no somos responsables en continuamente hacer ejercicios, después de una o dos semanas de inactividad, se vuelve a experimentar los dolores.
La realidad es que los seres humanos nos resistimos a cualquier forma de dolor. ¿Por qué si usted va a inscribirse a un gimnasio le exigen firmar un contrato de por lo menos un año de membresía? Porque especialmente en año nuevo hay una avalancha de gente que quiere rebajar, pero no quieren pasar los dolores que significa el comienzo del ejercicio. Pero no todo dolor que pasamos es malo, si continuamos ejercitándonos después de pasar los primeros dolores podremos disfrutar de los beneficios del ejercicio. El dolor tiene dos capacidades increíbles a nivel emocional y espiritual: el dolor redime, nos sana al mostrarnos los que es verdaderamente indispensable en la vida; el dolor nos acerca a la fuente de sanidad, es decir a Jesús.
Hoy es tiempo de crecer, como individuos y como Iglesia, pero el crecimiento en tu vida y en la Iglesia tiene que ser integral, tu cuerpo se encargó de crecer parejo, no tienes una pierna más larga que otra por tanto hoy es tiempo de
• Madurar integralmente
• Estar dispuestos a pagar el precio
• Apreciar los dolores del crecimiento integral como unos que redimen y nos acercan a Dios
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