salmo 29

(Psa 29:1) «Salmo de David» Dad a Jehová, oh hijos de poderosos, dad a Jehová la gloria y la fortaleza. (Psa 29:2) Dad a Jehová la gloria debida a su nombre: Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad. (Psa 29:3) La voz de Jehová sobre las aguas; truena el Dios de gloria; Jehová sobre las muchas aguas. (Psa 29:4) La voz de Jehová es poderosa; la voz de Jehová es majestuosa. (Psa 29:5) La voz de Jehová quiebra los cedros; quebró Jehová los cedros del Líbano. (Psa 29:6) Los hace saltar como becerros; al Líbano y al Sirión como cría de unicornio. (Psa 29:7) La voz de Jehová derrama llamas de fuego. (Psa 29:8) La voz de Jehová hace temblar el desierto; hace temblar Jehová el desierto de Cades. (Psa 29:9) La voz de Jehová hace parir a las ciervas, y desnuda los bosques: En su templo todos los suyos proclaman su gloria. (Psa 29:10) Jehová preside en el diluvio; Sí, se sienta Jehová como Rey para siempre. (Psa 29:11) Jehová dará fortaleza a su pueblo: Jehová bendecirá a su pueblo con paz. Este salmo que leemos en el día de la Trinidad, donde celebramos al Padre, Hijo y Espíritu Santo como la revelación que hemos recibido de Dios es uno de los canticos más antiguos del texto bíblico junto al cantico del mar que se encuentra en Éxodo 15. Estos eran canticos para celebrar victorias militares, para proclamar la grandeza de Dios que ha dado la victoria a su pueblo. También es una afirmación teológica contra las atribuciones que las religiones cananeas hacían al dios Baal, afirmando que la única voz que resuena en toda la naturaleza es la voz de Dios. El salmista llama a todos los poderosos, ángeles, reyes de la tierra a dar a Jehová la gloria debida a su nombre. Luego de ese llamado, menciona 19 veces el nombre de Jehová describiendo diversas formas en las cuales se hace manifiesta la Gloria de Jehová a la vida del ser humano a través de todas las edades. El salmista observa los fenómenos naturales y en vez de explicarlos con un mito como se hacía en la antigüedad, ve en cada uno de los fenómenos naturales la Gloria del Dios de la historia haciendo manifiesta la voz de Jehová sobre las aguas con poder. ¿Has visto al Dios de gloria manifestarse en tu vida en estos días? La llamada del salmista es a entender en todas las cosas, sean los truenos o los aguaceros, todo en la vida del ser humano es un testimonio de la gloriosa manifestación de la fuerza de vida de Dios actuando en la historia, liberando, sanando, redarguyendo, llamando al encuentro al ser humano. ¿Sabe algo amado/a? que los seres humanos hemos dejado de escuchar el llamado de Dios a través de la creación y de nuestras historias, tanto personales como colectivas. El viernes mi esposa, Héctor Adrián y yo fuimos a cenar a un restaurante. Allí vimos cerca de nosotros una escena que me pareció dantesca. Una familia, dos niños que fluctuaban entre los 2 a 5 años y sus padres. Mientras los niños comían, los papás estaban jugando con sus teléfonos, mirando facebook o algo por el estilo y la niña pequeña, que era hermosísima, no podía casi alcanzar el plato para comer. La dueña del restaurante se acercó a la mesa y movió la silla de la niña para que alcanzara el plato y pudiese comer. La naturaleza de ser madre/padre es alimentar, cuidar y procurar el bienestar de los hijos/as. El llamado natural de Dios lo ha sustituido las cosas que nada tienen valor ni importancia. Así muchas veces cuando Dios nos está hablando a través de la naturaleza (nuestros cuerpos nos hablan) o a través de los eventos de nuestra vida, estamos distraídos por las cosas que para nada aprovechan, que no tienen valor. La distracción podría venir involuntariamente, podríamos estar envueltos en muchas cosas y no prestar atención. Pero de eso se trata el mensaje de este salmo, detenerse después de las batallas, después de la tormenta, en medio de la paz y dar a Jehová la gloria a su nombre y adorar en la hermosura de su santidad, de la cual emana su poder y autoridad. En el 1989 el Huracán Hugo azotó la zona este y el área metropolitana de la isla, ustedes en el sur ni se enteraron. Después de que pasó el huracán, salimos a ver lo que había pasado y desde la casa donde me crié se ve la falda este del Yunque. Parecía que se había quemado toda la montaña o que habían dejado caer una bomba sobre ella. Estaba casi pelada al ras del suelo. Mi padre, que es un gran amante de la naturaleza, comenzó a llorar al ver así esa majestuosa montaña. Pero unas semanas después, el bosque comenzó a rehabilitarse por sí solo, la tormenta no fue un proceso de destrucción, sino parte de un proceso de transformación, sanidad y bienestar. Todo en la vida tiene una relación natural, somos parte de un todo creado y si somos capaces de escuchar la voz de Dios a través de los eventos naturales, a través de la creación, a través de la vida misma podremos aprovechar mejor nuestro viaje hacia lo divino y eterno. ¿Qué te está diciendo Dios a través de las tormentas que has pasado o que señales de la revelación divina puedes ver en tu entorno cotidiano? ¿Qué Dios nos está diciendo como Iglesia que ha pasado por tormentas? Yo creo que ha llegado el tiempo de transformación y sanidad, así que si la Gloria de Dios nos está llevando a un tiempo de sanidad, suelta todo lo que te distrae y únete a lo que Dios está haciendo. Si somos capaces de escuchar la voz del Dios que se revela en todo, entonces podremos afirmar como el salmista, Jehová bendecirá a su Pueblo con paz.