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viernes, 16 de mayo de 2014

dia de las madres 2014

Amado, mi oración es que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. (3Jn 1:2) En un día tan especial retomo la meditación que hace unas semanas comencé en el hogar de la Hna. Anita Ramos. Hoy dedicamos el día al ser que le da inicio a todo: la madre. Esa pieza instrumental en la vida humana, quien ciertamente pienso tiene que tener un mayor entendimiento del corazón de Dios que nosotros los varones por el hecho que en su cuerpo tiene la capacidad de junto a su esposo crear vida desde dos pequeñas células. {Foto de la mantis religiosa}: la mantis religiosa es un pequeño insecto que tiene la capacidad de enfrentar y defenderse con éxito de organismos hasta 100 más grandes que él. Este ejemplo de la naturaleza nos muestra cómo es el corazón de mamá, se enfrenta a cualquier gigante cuando se trata de la defensa de sus criaturas. No importa cuán grande o peligroso sea el reto si alguien lo arriesgaría todo por el bienestar de sus criaturas es mamá. Hoy leemos un extracto de la carta más corta de la Escritura para dar base a la meditación de esta mañana. Hoy como el apóstol Pablo le dice a Gayo, un colaborador suyo yo deseo que tú seas prosperado en todo y que tengas salud así como va prosperando tu alma. Quiero definir ese concepto de prosperidad como el éxito en lo que se emprende o el curso favorable de las cosas. La prosperidad del cristiano/a y en esta mañana especialmente de mamá es descubrir una verdad grande y ponerla en práctica en nuestra vida: Dios tiene planes y propósitos con nuestras vidas. Mamá, Dios tiene un plan para tu vida, para tu familia y prosperar es encaminarnos asertivamente, con intencionalidad a que se cumpla el plan y los propósitos de Dios para nuestra familia es la prosperidad que te deseo en el nombre de Jesús nuestro Salvador en esta mañana. El plan para tu vida lo diseñó el arquitecto del universo. Dios es la fuerza, el amor, la sabiduría inagotable donde comienza todo ese plan divino para el ser humano, para ti mamá. Dios tiene un plan que aunque tú no lo conoces y hasta hay momentos que no lo comprendes, Dios tiene un plan. Ese plan tiene como propósito acercarnos y mantenernos cerquita de Dios en Cristo Jesús. Ese plan es nuestra prosperidad: las demás cosas son meras añadiduras. Porque en el plan de Dios no son fundamentales las preocupaciones humanas por lo pasajero, el plan de Dios es uno de eternidad y vida para ti mamá y tu familia. Para descubrir ese plan solo hace falta la actitud correcta: una fe sencilla que se atreva a creer que Dios tiene un plan para mi vida y la de mi familia. Ese plan de Dios es único para cada ser humano, no es una invitación a copiar al pie de la letra lo que ostros hermanos/as de la Iglesia o de otra congregación, es para mantenerse caminando de la mano de Dios cada día para descubrir sus propósitos para nuestra vida, familia. Como es un trato personal con el Creador, requiere una relación estrecha y personal con El. Pero como todo buen planificador, Dios es muy organizado en su forma de trabajar y hacer las cosas. Como sus pensamientos son más elevados que los nuestros en ocasiones no podemos comprender lo que Dios está haciendo, o por qué están pasando tal o cual situación en nuestra vida como creyente, en la vida de nuestra familia, con nuestros hijos/as pero mamá amada, te recuerdo, confía, Dios tiene un plan. Sería difícil decirte en qué etapa se encuentra el proyecto de Dios para tu familia en este momento porque solo el Gran Arquitecto del Universo lo sabe. Solo quiero asegúrate que Dios tiene un plan: • Para salvar a tu familia entera: la salvación definida como un viraje hacia la verdadera felicidad, un camino de transformación y vida abundante que Dios está preparando para traer a toda la familia hacia este. Cuando tus hijos/as, tu esposo parecen estar cada día más lejos, descansa en la promesa que Dios tiene un plan de prosperidad y vida para tu familia. ¿Cómo o cuando Dios lo hará? Eso es difícil de definir desde la óptica humana; pero si algo podemos afirmar es que Dios tiene un plan para • Transformar tu vida y la de tu familia: el Dios amoroso está trabajando para hacer de nuestras vidas un testimonio vivo de su poder, su misericordia y su amor. Las transformaciones no son un simple cambio cosmético: desde el fundamento de nuestra vida Dios comienza a transformar para hacer su plan uno duradero, de profundidad, de vida abundante. Cuando abrazamos el Plan de Dios vamos comprendiendo un poquito mejor cada día la voluntad de Dios para nuestra vida y nuestra familia. Ese plan derribará costumbres familiares, dolores del pasado, en fin todo aquello que atenta contra la vida abundante que solo Jesús puede ofrecer. No desesperes mamá, cuando no veas resultados inmediatos de transformación, Dios está trabajando su plan, este plan no es conforme a los planes humanos. Todo a su tiempo, como Jesús le dijo a Pedro cuando le lavaba los pies: “lo que estoy haciendo, tu no lo entiendes ahora, más lo entenderás después” porque Dios tiene un plan que • Cada día avanza con paso firme: los propósitos de Dios, sus planes siempre son un sí y un amen. El que garantiza y se compromete con sus planes y los jura por su nombre tiene el poder para garantizarte esos planes. Aunque no los entiendas, aunque no los puedas ver, continua caminando y confiando, Dios cumplirá su Palabra, sus propósitos, su voluntad en tu vida y la de tu familia. Sigue clamando por los tuyos pero desde la óptica de la confianza plena en Jesús. Aunque el mundo parezca haberse salido de control, Dios tiene un plan. En el día más oscuro, continua adelante confiando, aunque estés llena de preocupación, aunque tengas dolor profundo por los tuyos, en medio de ese momento difícil, afirma con esperanza “yo esto segura que Dios tiene un plan para mi vida” Hace ya casi 20 años escuché a un amado amigo ministro de la música cristiana, Martin Mackenzie contar una anécdota que me hizo entender con más claridad los procesos y planes de Dios. Un familiar vivía en la ciudad de Nueva York para la 1930 y un día vio el letrero que decía “aquí se construirá el Empire State Building” que sería el edificio más alto del mundo. Por varios meses pasaba y no veía nada. Un día se detuvo a preguntar si era realidad y el guardia de seguridad le dejó pasar para ver el proceso de construcción. En la superficie no se veía nada. Solo un gran hoyo en la tierra. Pero cuando se asomó a ese gran agujero pudo apreciar que estaban construyendo una zapata muy enorme y profunda. El guardia le dijo “para que el edificio pueda permanecer de pie esta zapata tiene que ser ancha, fuerte, profunda sino, todo se vendría abajo. Dios está construyendo su plan en tu vida, mamá, en tu familia, y está construyendo un buen fundamento para que ese plan este sobre roca firme. Cuando no veas construcción en la superficie de tu familia, en su hermoso plan puede que Dios esté trabajando en la zapata, el fundamento para así glorificar su santo nombre.