Estudio Biblico: Intervencion en Crisis

IGLESIA EVANGELICA UNIDA DE PUERTO RICO
CONGREGACION DE VILLA FLORES, PONCE
PASTOR HECTOR E TORRES BRIGNONI

Intervención en Crisis
Mar 14:32-36 NBLH Llegaron a un lugar que se llama Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: "Siéntense aquí hasta que Yo haya orado." (33) Tomó con El a Pedro, a Jacobo (Santiago) y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho. (34) "Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte," les dijo; "quédense aquí y velen." (35) Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de El aquella hora. (36) Y decía: "¡Abba, Padre! Para Ti todas las cosas son posibles; aparta de Mí esta copa, pero no sea lo que Yo quiero, sino lo que Tú quieras.”
en esta narracion biblica podemos ver que hasta Jesus no estuvo exento de los eventos de crisis.

La Dra. Gloria Molina define la crisis como un estado temporero de trastorno y desorganización del equilibrio habitual que conlleva una dificultad de enfrentarse a la situación con los patrones habituales de solución de problemas. Una crisis presenta un momento de desequilibrio para un individuo o un grupo. Este periodo es caracterizado por la posibilidad de lograr un equilibrio superior (crecer a través de la experiencia), igual o inferior (deterioro) después del enfrentamiento o resolución del estado. Una crisis puede surgir como resultado de un solo evento que ocurra, el cual puede ser sumamente amenazante o doloroso como también puede ser resultante de la acumulación de estrés, dolor, angustia o desesperación que puedan generar una serie de eventos. Siguiendo varios teóricos, Molina propone que la duración de una crisis puede ser desde momentos cortos hasta 8 semanas.
Las crisis presentan período de peligro para un individuo, a su vez la oportunidad para crecer. El término chino de la palabra crisis el cual se compone el término significa tanto peligro como oportunidad. Sin embargo, el período de crisis es un estado de peligro y vulnerabilidad para el ser humano. La crisis siempre tiene un evento precipitante que puede ser percibido por el individuo de tres formas:
• Amenaza: genera en el individuo ansiedad y temor
• Pérdida: el individuo experimenta depresión y angustia
• Reto: el individuo obtiene una sensación de esperanza y de expectativa de dominio de situación.
Un aspecto interesante que menciona Clinebell acerca de la crisis es que la misma siempre se da dentro del individuo cuando sus energías destinadas a la solución de problemas normales resultan ineficaces, permitiendo que la tensión por una necesidad no satisfecha incremente sin cesar. Esta definición indica que posiblemente el evento que precipita una crisis no necesariamente tendrá el mismo significado para otra persona. Existen dos tipos de crisis:
• Crisis de desarrollo: son normales en el sentido que acontecen como parte integral del crecimiento del ser humano.
• Crisis accidentales: pueden ocurrir a cualquier edad, precipitadas por pérdidas inesperadas de lo que se considera fuentes esenciales para satisfacer las necesidades cotidianas.
La respuesta o el modo como un individuo percibe y maneja su momento de crisis se puede diagnosticar conociendo las herramientas que posee la persona para enfrentar la misma. Aunque estas características de la personalidad no garantizan resultados, pueden ayudar a determinar la capacidad de manejo de crisis. Estas son:

• Recursos personales
o Autoestima
o Habilidad para solucionar problemas y manejar situaciones estresantes
o Capacidad cognoscitiva para razonar
o Dominio propio
o Experiencias previas
o Fe religiosa o filosofía de vida
o Nivel de optimismo o pesimismo
o Estado emocional al momento de la crisis
o Edad, preparación académica
• Recursos sociales
o Familia inmediata, Amistades
o Agencias de servicios, Profesionales de ayuda (sicólogos, consejeros)
o Comunidad en general
o Recursos económicos
o Miembros de Iglesias, fraternidades, compañeros de trabajo

El proceso o modelo que presenta Molina de manejo de crisis es el siguiente:
A. Establecer empatía
o Brindar confianza
o Entender y validar los sentimientos y emociones
o Escuchar con atención
o Permitir que la persona se exprese
o Garantizar la confidencialidad
B. Determinar si existe una crisis
C. Evaluar los niveles de mortalidad
o Poner atención a los pensamientos y acciones (conductas realizadas)
o Estar atento al lenguaje no verbal
o Examinar debilidades y fortalezas (recursos internos y externos)
o Determinar si hay riesgo personal (personal y otros)
D. Determinar los eventos concomitantes
o ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?
o ¿cómo se perciben los eventos?
o Parcializar o poner en perspectiva
o Ventilar sentimientos
E. Identificar alternativas
o Examinar lo que se ha hecho hasta el momento
o Evaluar lo que ha dado resultado
o Llevar a cabo un “brainstorm” para identificar opciones
o Evaluar las opciones para determinar las viables y realistas
o Orientación anticipatoria sobre las alternativas u opciones
o Identificar redes de apoyo
o Formalizar un contrato (división de tareas y establecer prioridades)
F. Acción
o Poner en ejecución la alternativas seleccionadas
o Conectar con recursos externos (grupos de apoyo, etc.)
o Modificación ambiental si es necesario
G. Seguimiento y terminación
o Evaluación mutua del progreso alcanzado
o Preparación para la terminación
o Integración de las experiencias y crecimiento
Howard Clinebell presenta un modelo similar para el asesoramiento en crisis:
• Escuchar atentamente y reflejar los sentimientos con solicitud
• Emplee cuidadosamente preguntas para focalizar las áreas de conflicto
• Ayudar a examinar la totalidad del problema. Proveer información útil.
• Concentrar los conflictos, problemas y decisiones más importantes de la persona para clarificar las alternativas viables
• Ayudar a la persona a decidir su próximo paso y darlo
• Proveer orientación práctica cuando sea necesaria
• Dar a la persona apoyo incondicional e inspiración
• Trasladar a un asesoramiento a largo plazo
Reflexión final
La diferencia fundamental entre estos dos modelos es el enfoque ya que Clinebell lo enfoca hacia el cuidado pastoral y el de Molina es enfocado al modelo de trabajo social. Ambos enfoques son útiles, pero requieren de observación, detalle, presencia del que aconseja en la vida de la persona.
Uno de los aspectos que ambos modelos presentan como base es el crear empatía con la persona en crisis y escuchar atentamente para validar los sentimientos de la persona. Para poder ayudar a una persona, sea un familiar, amigo/a, hay que aprender a escuchar con atención y sin juicios. Los juicios no solamente se emiten con lo que decimos, también con nuestros gestos, nuestras expresiones faciales. La persona no necesita un juicio, necesita ayuda, atención, alguien que le ayude a enfocar hacia la solución de la crisis.
Es importante destacar que las personas enfrentan la crisis de diversas maneras, por tanto ningún caso debe ser despachado o despreciado por que le parezca sencillo al que aconseja. El tomar en serio cada caso y seguir los pasos que ambos proponentes describen puede ser la diferencia entre el crecimiento y el deterioro de la persona.

Bibliografía
Clinebell, Howard. Asesoramiento y cuidado pastoral. Nashville, Tnn:
Abigndon Press, 1984.
Molina, Gloria M. Crisis, ¿cómo se interviene? San Juan: Editorial Edil, 2000.