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sábado, 1 de mayo de 2010

LA CRUCIFIXION 1RA PARTE

Estudio Bíblico La Crucifixión 1ra parte
Lectura San Marcos 15:21-32
Comenzaremos por analizar la primera parte del pasaje de la crucifixión de Jesús, la cual según Hendriksen cubre desde las 6am hasta mediodía de la fecha de la crucifixión.
Según Donahue, Jesús se queda solo ante la hora mas difícil, en la cual tras de los eventos de la cruz se está desarrollando una batalla cósmica entre las fuerzas divinas, representadas por el Hijo de Dios y las fuerzas del mal.
Al estudiar la crucifixión siempre nos concentramos en la figura de Jesús. Siguiendo el enfoque de Hendriksen, nos enfocaremos en cinco personajes que están cerca de Jesús y tienen interacción en este momento de dolor y dificultad.
1. Simón de Cirene, quien ayuda a Jesús a cargar la cruz (v. 21). Después de la escena del calvario que desde el Getsemaní puede haber durado algunas 15 horas, luego de los castigos físicos y las vejaciones emocionales, Jesús está tan agotado que sucumbe ante el peso de la cruz. Los soldados le exigen a un extranjero, posiblemente judío en la diáspora (posiblemente de lo que actualmente es Libia) que ayude a cargar el madero, el cual según Hendriksen podía tener forma de daga latina (†). Este podría ser un agricultor que había venido a celebrar la Pascua a Jerusalén. Aunque no lo sabía, se convirtió en testigo de la crucifixión de Jesús.
2. Los Soldados (v.22-27) llevan a Jesús a la montaña llamada Gólgota (calavera) y le ¡crucifican! Como a las 9 am (la tercera hora). El texto griego pone mucha emoción en esta acción. Luego se reparten las posesiones de Jesús echando sobre ellas suerte. Ofrecen a Jesús vino dañado (vinagre) el cual mezclan con mirra, lo cual según Hendriksen es una hierba narcótica, usada en la antigüedad para calmar el dolor. ¿serian las mujeres compasivas que llevaron la mirra para calmar el dolor de Jesús? no parece que fuera una iniciativa de los soldados los cuales se caracterizaban por su rudeza y violencia. Colocaron un rotulo sobre la cabeza de Jesús que decía en varios idiomas “Rey de los Judíos”. Era la costumbre de la época poner una inscripción con el delito del crucificado.
3. Los que pasaban (29-30) le injuriaban. Aquí están contenidos tres grupos: los que pasaban, los principales sacerdotes y escribas, los ladrones- todos reaccionan ante Jesús. algunos le blasfeman. Le reclamaban que todos le habían abandonado, que no podía cumplir sus palabras (tu que derribas el templo y lo levantas…)
4. los miembros del Sanedrín y los escribas (31-32) se gozaban con el espectáculo que veían en la cruz. Según Hendriksen, el juicio de Jesús pudo haber sido a las 6am, con toda prisa ya a las 9 am le habían crucificado. Pensaban actuar en nombre de Dios mientras destruyen al verbo de vida.
5. los ladrones (v. 32) comenzaron a injuriarle, según el relato de Lucas Jesús pronuncia para ellos palabras de perdón, uno de los ladrones se arrepiente.
Implicaciones para la Fe de la Iglesia
Muchas veces como creyentes ocupamos el lugar de alguno de estos personajes, a conciencia o sin ella. Nuestro análisis más que ser un intento redentorista, debe ser una introspección sobre nuestra conducta. A veces no lo hacemos directamente a Jesús, pero cuando de lo hacemos a uno de sus pequeños…
1. somos como Simón cuando cargamos nuestra cruz y ayudamos a otros a cargar las suyas. Cuando reconciliamos, amamos, caminamos la milla extra y e camino menos caminado, posiblemente estamos siendo testigos de la cruz y heraldos de la buena noticia de Cristo. ¿Cuántas veces nos hemos negado a cargar la cruz (nuestra o de otro/a)?
2. como lo soldados pregunta Hendriksen: ¿Cuántas cosas nos llevamos del calvario (injustamente)? ¿Cuánto (mucho o poco) nos llevamos del culto o la Escuela bíblica para demostrar que somos discípulos? ¿Cuántas veces por nuestro pecar nos hacemos cómplices de los que crucifican a Jesús (cuando crucificamos a otro seres humanos)?
3. Los que pasan: ¿Qué hacemos al pasar frente a los crucificados de nuestro tiempo? ¿Qué reacción nos merece el dolor de otro ser humano, la indiferencia, la pena, la solidaridad?
4. Los sacerdotes: ¿Qué ganamos tratando de hacer la obra de Dios cuando por “defender” a Cristo le volvemos a crucificar?
5. Los ladrones: ¿estamos crucificados con Cristo? ¿le reclamamos o le pedimos que podamos estar junto a él y ser participantes de su sufrimiento como dice Pablo?
Conclusión:
Somos testigos de la resurrección. A veces somos testigos silentes de los calvarios modernos de la vida. Debemos siempre pensar qué personaje estoy siendo ante el crucificado o cuando estoy actuando como el que crucifica o grita ¡crucifícale!
Busquemos siempre el contacto íntimo con Jesús para estar de su lado en todo momento.

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