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martes, 4 de enero de 2011

un Cristo real o maquillado?

Luk 4:1-13
¿Un Cristo maquillado o un Cristo real?
Hace unos días atrás conversaba con uno de los jóvenes que ha estado laborando en el campamento a favor de los arboles frente a la Caribbean University, el es un joven indígena, piel color cobrizo, pelo negro largo, facciones indígenas. Este joven se ha dedicado a estudiar la cultura de los tainos a través de los jeroglíficos. Ha recorrido toda la isla documentando con fotos las diversas manifestaciones de arte taino. Uno de los retratos de su colección tiene un jeroglífico que tiene la forma de un útero femenino y debajo del útero hay un bebé. Además me cuenta este joven que tiene un retrato de un jeroglífico que está en una cueva de un rio donde se ve claramente que los tainos conocían el cuerpo humano por dentro, ya que según lo que él puede interpretar los indígenas parecían que realizaban autopsias a los fallecidos, uno de los jeroglíficos contiene el dibujo bastante preciso de cómo es el cuerpo humano por dentro.
La historia que me contaron en la escuela es que los indios eran gente no muy inteligente, que eran básicamente salvajes sin ningún conocimiento. También me contaron que los españoles “descubrieron” Puerto Rico, si los indios estaban aquí fueron entonces los indios, me contaron que los españoles vinieron con la cruz a enseñarles el Evangelio a los indios, mas los exterminaron casi por completo de toda América Latina, se cree que en los años de la colonización española se exterminaron más de 18 millones de indígenas. Vaya que estrategia de evangelismo.
Quiero ilustrar en esta mañana que a los seres humanos a veces nos gustan más las historias maquilladas, las historias que alguien cuenta desde el punto de vista para esconder alguna parte de la verdad para salvar a alguien. La historiografía moderna, la ciencia que estudia cómo se puede ver la historia desde distintos puntos de vista ahora se ha concentrado especialmente en contar la historia desde el punto de vista de los pobres, los marginados, los oprimidos para ver la otra cara de la moneda.
Hoy quiero ver esa otra cara de Jesús que hemos tratado de no ver o entender. La Iglesia a través de los siglos nos ha pintado la cara del Jesús rubio, flemático, perfecto, como si hubiese caído del cielo. Lo tratamos de presentar como alguien que a pesar que se hace carne no vivió la experiencia de la carne, como si solo hubiese como un fantasma viviendo entre los seres humanos sin ser uno de nosotros.
Uno de los principios más apasionantes y hermosos para mí como pastor, predicador y teólogo es pensar en un Jesús que se parece a mí en mis luchas, mis tentaciones, mis preocupaciones, mis “metidas de pata”, en fin la historia del Dios que se hace carne y habita entre nosotros/as. La encarnación es una de esas cosas que solo a Dios se le ocurren, pero es uno de los fundamentos de nuestra fe, que Dios está muy cerca de sus hijos e hijas.
Hoy celebramos el tercer domingo del tiempo denominado como Adviento por la Iglesia Cristiana, un tiempo de preparación para el encuentro con el Jesús que nace en Belén y que vuelve a nacer una vez más en nuestras vidas y corazones si así se lo permitimos. Hoy quiero hablarte de una nueva imagen de ese Jesús.
Como leímos en el texto, el autor nos narra cómo Jesús, en lo que podría ser en una visión, un sueño o en una experiencia real se enfrenta a la tentación y al mismo tentador. La tentación es todo aquello que nos llama a desconectarnos de la fe y caminar de espaldas al Evangelio. Aquello que pone en riesgo mi relación con Dios y con la gente que camina junto a mí en la vida. La tentación pone a prueba cuales son mis prioridades en la vida, así también pone a prueba qué cosas demandan mi fidelidad. La tentación nos llama a poner la mirada en las cosas pasajeras en riesgo de no atender con fuerza aquellas que son eternas.
Aunque el texto habla de 40 días, ese número siempre que aparece en el texto bíblico significa un periodo de preparación, por ej. Israel estuvo 40 años en el desierto, Noé estuvo en el arca por el diluvio de 40 días y noches, Moisés estuvo 40 días y noches recibiendo las tablas de los mandamientos, etc. Lo que nos quiere ilustrar la narración bíblica es que Jesús tuvo que pasar un proceso de preparación antes de comenzar su vida ministerial como ejemplo a que tú y yo pasaremos por nuestros propios procesos de preparación para lo que nos espera en la vida. La vida misma es un proceso de preparación, en la cual pasamos por lugares de delicados pastos junto a nuestro Pastor de Pastores como dice el salmo 23, pero hay momentos donde pasamos por los desiertos más secos, valles que el salmista describe como de sombra y de muerte.
Pero en la preparación nunca estaremos solos y solas, Jesús que pasó por la misma como tú y como yo, quien fue tentado y sintió la tentación nos comprende y por lo tanto nunca nos abandonará. Siempre caminará con sus hijos/as, porque no hay momento más creativo y rico en aprendizaje que el desierto. Porque el propósito de Dios para tu vida es que puedas crecer, tengas un proceso de aprendizaje interactivo, donde te convences de la fidelidad de Dios no por lo que te diga el Pastor, sino porque aprendes a caminar de la mano de Jesús y aprendes a tener una confianza que va creciendo y madurando con el caminar.
Porque la fe también la tendemos a maquillar, algunas personas, quizás de buena intención, dicen que a los cristianos/as se le resuelven todos los problemas, no se pueden enfermar, no tienen problemas económicos, una pareja joven llegó a la congregación de un compañero desde otra iglesia donde le indicaron que tenían que entregar todo el dinero que se ganaran el primer mes del año. Ellos vivían alquilados y temían por quedarse sin donde vivir. Se acercaron a uno de los pastores asociados y este les dijo: ¿ustedes no tienen fe? Yo no pago mi casa hace 6 meses y estoy tranquilo”.
Esa fe que a veces maquillamos con una súper fe tiende a flaquear cuando más la necesitamos. La imagen de realeza que se ha querido vender contrasta con las realidades de los apóstoles, los profetas, aún del mismo Jesús que nos enseñó que vino a servir y no ser servido, y eso le costó su vida en el calvario. Porque la confianza en Dios es necesaria demostrarla cuando llega la necesidad, cuando estamos atravesando los desiertos de la vida, cuando nos enfermamos, cuando llega el desempleo, cuando llegan problemas matrimoniales, cuando sentimos soledad, porque eso es lo que sintió Jesús en su momento de prueba.
Hay que armarse de las herramientas de la fe y la confianza en que Jesús va a nuestro lado. Porque este mundo nos pedirá que nos rindamos y le adoremos. Jesús fue confrontado con esa tentación. Pero armado de la confianza en Dios y su Palabra pudo
1. Vencer el afán por las cosas pasajeras representadas por el hambre física y mental: no solo de pan vivirá el hombre: ¿Cuántas veces hemos sido enseñados por este mundo que los que tienen tal o cual cosa están bien o están saciados? Nuestra mente ha sido educada para poseer (tarjetas de crédito), para calmar nuestra hambre no solo comiendo sino teniendo cosas que pensamos que le dan significado a la vida. ¿Qué cosas nos provocan hambre de poseer o saciar? ¿Qué cosas parecen darle significado a nuestras vidas? Jesús al decir “No solo de pan vivirá el hombre” nos muestra que no podemos ser llevados como gente irracional por nuestros deseos o ansias de tener ni poner nuestra fe en las cosas que nos saciarán por un momento. Estas cosas pueden ser: un carro, la casa, una relación amorosa, el estatus personal, un trabajo, el puesto o posición religiosa, en fin todas aquellas cosas que son pasajeras y que no permanecen. La tentación se puede disfrazar de algo necesario, pero la pregunta que tenemos que hacernos es si eso me posee. ¿Qué cosas pasajeras te poseen o te descontrolan? Por otro lado Jesús venció…
2. La tentación de poseer mientras entregamos… hace un tiempo en nuestro pueblo hubo una gran redada, donde gente que todo el mundo pensaba decente y honesta fueron arrestados por negocios ilícitos. Ellos entregaron su dignidad, se arrodillaron ante la codicia de dinero y poder, vendieron su alma a lo pasajero. Todo lo que tenga un premio muy fácil en la vida nos cuesta caro. Si alguien te ofrece un negocio donde en 6 meses serás millonario o tendrás mucho dinero, tarde o temprano te encontraras atrapado en una trampa que será difícil escapar. Jesús tenia la forma fácil de que todos le conocieran pero tenía que darle gloria a quien no la merece para que eso pasara. No entregues tu adoración a nadie que no sea nuestro Dios, porque a la larga eso cuesta. Como el pescador que tira carnada, este mundo te dará ofertas tentadoras. Pero cuando la agarres, como el pez estarás atrapado/a. no rindas tu adoración a la loto, las promesas de grandeza, las promesas de un político (por cierto todos los que han dicho defender el matrimonio en la constitución o la familia tradicional están presos o camino a la cárcel), las soluciones fáciles. No comprometas tu confianza ni tu dignidad a cambio de grandeza, espera en el Dios que en su momento te pondrá en alto si sabes ser fiel cuando hay poco. También hay que
3. Vencer la tentación de “tentar a Dios”. ¿Cuántas veces hemos pensado.. Dios por favor revélame lo que tengo que hacer”? si tú me sanas te serviré, si eres real haz X cosa. Jesús estaba seguro que si brincaba de la edificación más alta Dios le podía salvar, pero si brincaba tentando, en otras palabras dudando un poco de la existencia de Dios se reventaría como mangó que cae del árbol. La confianza en el Dios que no es pasajero sabe caminar de la mano de Dios y ESPERAR al momento que Dios ha de manifestarse. Si estás enfermo, ve al médico, toma tus medicinas, no digas de Dios te va a sanar cuando no estás haciendo lo posible por cuidarte. Un gran compañero pastor ya retirado, el Rvdo. José C Bidot el médico lo envió a su casa a morir por un cáncer en la próstata, le dio seis semanas de vida, eso fue hace casi 12 años, así que si Dios tiene que suspender las reglas de la naturaleza para salvarte, darte vida así lo hará, pero hay que aprender la lección que tiene la vida, hay que aprender a diferenciar cuando es momento de caminar en fe hacia adelante, cuando es momento de estar quietos y contemplar el poder de Dios o cómo podemos combinar ambas expectativas, el de movernos en fe y esperar plácidamente en la voluntad de Dios.
El tiempo de adviento es tiempo de capacitación, preparación para el encuentro con Jesús que vuelve a nacer. También es momento de crecer, aprender, de motivarnos a fortalecer nuestra fe en el Señor. Te invito a analizar que lo que vives, Para que podamos ver como eso es parte de lo que Dios está haciendo en tu vida, si algo de eso se saliera de tu control está en las manos de Dios. Te invito a analizar las lecciones de vida que por fe puedes obtener para tu crecimiento espiritual. Te invito a resistir la tentación de desconectarte de la fe cuando las cosas no están bien. Te invito a analizar cuáles son tus prioridades y valores de vida y a no comprometer los mismos a cambio de ofertas que pueden parecer fabulosas. Te invito al encuentro del Jesús que quiere nacer otra vez en nuestros corazones.

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